miércoles, 16 de mayo de 2012

OBRA A REINTERPRETAR

"LA MADONNA SIXTINA"



La Virgen y el Niño están situados en el eje axial, y su mirada se dirige al frente, diferenciándolos de los demás personajes, con vinculaciones subordinadas. La dirección de la mirada empieza por San Sixto, llega a la Virgen, y baja por Santa Bárbara a la derecha, para acabar en los dos angelitos que vuelven a situarla en las figuras centrales.
Rafael Sanzio es un óleo sobre lienzo y pertenece al periodo del renacimiento italiano conocido como Cinquecento. Se fecha entre 1512 y 1514. Actualmente puede verse en el museo Gemäldegalerie de Dresde.
Se cree que fue un encargo del papa Julio II estaba destinado al altar mayor del templo de los monjes de san Sixto de Piacenza. También se piensa que su destino final era decorar la tumba del pontífice que era devoto de San Sixto.


El lienzo de la Virgen, el Niño Jesús, San Sixto y Santa Bárbara se caracteriza por el espacio imaginario creado por las propias figuras, que están de pie sobre una cama de nubes, circundadas por un gran telón abierto. La figura de la Virgen transmite la sensación de estar descendiendo del espacio celestial hacia el mundo real, en el que el cuadro está colgado. El gesto de S. Sixto y la mirada de Santa Bárbara parecen dirigirse a alguien que está detrás de la balaustrada en la parte inferior del cuadro (quizás un creyente). La Tiara papal, posada sobre dicha balaustrada, sería el nexo de unión entre el espacio pictórico y lo real.
Generaciones de visitantes a la Gemäldegalerie de Dresde han quedado profundamente impresionados por la forma en la que Rafael representó a la Virgen en esta pintura. Se ha reproducido numerosas veces, hasta el punto de que esta Madonna de San Sixto es un prototipo, la imagen idealizada de la Virgen María, acentuando su carácter espiritual. Por lo demás, el detalle de los pequeños ángeles que están sobre la balaustrada, conocidos como Angelitos, ha sido reproducido y versionado en numerosas ocasiones.
La Virgen aparece desde detrás de una cortina, confiada y aun así dubitativa. La cortina proporciona la ilusión de ocultar su figura de los ojos del espectador y al mismo tiempo de ser capaz de proteger la pintura de Rafael.

El nombre de San Sixto proviene de la palabra latina que significa “seis” o “sexto”, y hay seis figuras en el lienzo.
En este cuadro, Rafael, a través de un proceso de depuración iconográfica que libera el cuadro de elementos accesorios, representa no la visión de lo divino por parte de los devotos, sino lo divino que aparece y se dirige a los devotos, aquí no representados sino claramente perceptibles, a través de los gestos y las miradas del grupo sagrado al contemplar la tienda y la balaustrada que sirven de punto de contacto entre lo celeste y lo humano.

Curiosidades de la obra
Se cree que los modelos para el cuadro fueron; el papa Julio II para San Sixto, una sobrina de este para Santa Bárbara y Fornarina (amante de Rafael) para los rasgos de La Virgen.
Rafael pinto seis dedos en la mano derecha del papa porque esto representaba que tenía un sexto sentido para interpretar sueño proféticos.
El cuadro está pintado sobre tela y esto es algo insólito, Rafael casi siempre lo hacía sobre tabla. La explicación que se da es que el cuadro fuera pensado para usarse en un estandarte procesional.
Los angelitos de la parte inferior son más conocidos que el cuadro se han hecho famosos en todo el mundo. Se reproducen como laminas y se usan como decoración en multitud de objetos.




Este tipo de ángel aparece por primera vez en el renacimiento y se llaman Putti derivado del término Putto que significa niño en italiano.

Aire: El estilo de Rafael era hacer figuras reales, envueltas en un halo místico ya sea por el uso de colores terrosos como el uso de una atmósfera difuminada que ayuda a tener la idea de espacio.

Detalle: Sin duda, la obra de Madonna Sixtina no sería conocida por el gran público si no fuera por los famosos angelotes. Los querubines posan en el alfeizar del cuadro y se han convertido en un símbolo, vendido hasta la saciedad en todos los puestos de Italia.
Ángeles: Los ángeles expresan a la perfección la melancolía de la Virgen y el niño. A este tipo de ángeles pequeños en el Renacimiento se les denominaban Puttis, un estilo de ángel regordete, con mofletes rosados y expresión tierna.


Colores: Prevalece una tonalidad de pardo rojizo y dorado, con fragmentos de marfil claro, amarillo, azul verdoso, marrón oscuro y rojo brillante. Las formas resplandecientes parecen estar inmersas en una atmósfera cristalina, cuya esencial es el cielo azul claro.


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